viernes, 14 de diciembre de 2012

Primera reunión: Casona

El martes pasado, día 11 de diciembre, nos reunimos en la Biblioteca Regional para comentar nuestra primera lectura, los dos textos dramáticos de Casona que nos habíamos propuesto. No vinimos todos los que somos, supongo que habría algunos problemas, pero sí un número suficiente para hacernos idea de cómo nos había parecido este autor, estas dos obras y, sobre todo, el hecho de leer teatro, género al que no estamos muy acostumbrados.

No todo el mundo había disfrutado por igual con Casona, pero quizás influyera el hecho de que se tratara de textos dramáticos, como digo no muy frecuentemente usados como lectura. Estamos más acostumbrados a que  nos den una representación, o sea, una interpretación, y a tratar estos textos como guiones teatrales. Sin embargo, le encontramos gusto a la lectura y los comentarios fueron muy acertados y sensibles.
Esta imagen, tomada de la red, y que es el previo para un cartel anunciador de una representación, ilustra el primer texto, "Prohibido suicidarse en primavera".



Creo que coincidimos en que se trataba de un texto optimista, divertido, que jugaba perfectamente con el humor negro y la alegría de vivir. La primavera actúa en esta obra como un símbolo de todo aquello por lo que merece la pena vivir: el renacer de la naturaleza, el amor, y más allá incluso, el perdón y la generosidad.
Se aportó la idea de un musical realizado sobre este texto, una comedia musical desenfadada y humorística, llena de ternura, e incluso alguien declaró que se estaba imaginando las canciones apropiadas. Toda una sugerencia para grupos de teatro. Destacamos además el tema conflictivo, que es frecuente en Casona, de los hermanos enfrentados, que parecía un presagio de la Guerra Civil. 
Sin duda, el personaje más celebrado, por lo cómico, a la vez que macabro, fue Hans, el enfermero que no está muy de acuerdo en que allí no se suicide nadie y decide irse a un hospital, donde piensa disfrutar de lo lindo con los difuntos diarios.

Reparto de "La Casa de los siete balcones"

"La casa de los siete balcones" es un drama rural que se desarrolla en un caserón solariego del Norte de España. Está en la línea del drama rural de la época, como "La Malquerida" de Benavente o "Señora Ama", pero va más allá de la crudeza de estos dramas o de su melodramatismo, para dar en el teatro de corte poético dentro del realismo, al estilo inaugurado por García Lorca. Nos había gustado de ella, aparte la trama familiar, la creación de dos personajes especiales, Uriel y la tía Genoveva, las ideas avanzadas vertidas por el autor a través de sus personajes y los momentos poéticos, hondamente emotivos, como la jugada de cartas entre la tía "solterona" y el sobrino "especial", Uriel, el chico que no habla y que sólo se comunica con su tía. El final, como era de esperar, es dramático y tenso. La aparición de los espectros le da a la obra, realista en lo básico, un aire misterioso y mágico. 

La imagen que ilustra este comentario es la foto de reparto de una puesta en escena de la compañía de aficionados "Marco Blanco", para una representación en la ciudad murciana de Águilas.


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