lunes, 27 de mayo de 2013

CUANTO PUEDAS

CUANTO PUEDAS

Si imposible es hacer tu vida como quieres,
por lo menos esfuérzate
cuanto puedas en esto: no la envilezcas nunca
en contacto excesivo con el mundo,
con una excesiva frivolidad.

No la envilezcas
en el tráfago inútil
o en el necio vacío
de la estupidez cotidiana,
y al cabo te resulte un huésped importuno.

Constantino Kavafis
Versión de José María Álvarez


Se debería incluir este poema, en una hipotética clasificación, entre los poemas morales o éticos de Kavafis. Expresado en forma de consejo a una segunda persona, resume una actitud ante la vida de austeridad, apartamiento y seriedad. La segunda persona a la que se dirige es falsa, es decir, no existe en sí misma, pues se trata de un desdoblamiento del poeta; en realidad el consejo se lo da a sí mismo, aunque pueda ser universalizado, extendido a cualquier lector reflexivo. Este recurso es utilizado ampliamente por los poetas españoles de la experiencia (Gil de Biedma, Sánchez Rosillo, etc.) 
La vida para un artista, y en realidad para cualquier persona sensible, nunca o casi nunca puede ser hecha como uno quiere, pero al menos queda el último recurso de la dignidad, de la vida apartada de la frivolidad mundana, libre del trasiego del mundo, con toda su carga de vilezas y estupideces. En cierto modo, tiene el poema relación con la biografía de Kavafis, que no pudo, por varios motivos, hacer su vida como quería, y ante eso eligió el camino del apartamiento y la austeridad. El sabio se retira del mundo, no cae en el vacío frívolo de la vida social. Esta vida mundana puede enredarlo de tal modo que sea ya para él un "huésped importuno", alguien que se ha ido entrando en el propio tiempo, tendiendo lazos y compromisos, imposible ya liberarse de ellos.

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